El Diablo en el Pozo

"Todos alguna vez hemos sentido curiosidad por lo desconocido pero: ¿qué pasa cuando nos encontramos algo que esta más allá de nuestros miedos?..."

Era una noche de invierno, yo me encontraba en un viaje de negocios en un hotel no muy alejado de la ciudad; todo estaba bien hasta que me percaté de que en ese mismo hotel había una zona en la cual nadie se acercaba.

Recuerdo que era un bosque con una apariencia escalofriante; me entro mucha curiosidad por saber qué pasaba en ese lugar que tanto alejaba a la gente. Al acercarme más a ese lugar, recuerdo que un guardia me dijo: "Eres libre de ir a donde quieras pero no nos hacemos responsables por lo que encuentres en este lugar".

No me dejé atemorizar y me adentré en el bosque. No tarde en darme cuenta que, a lo lejos, podía observar una especie de pozo. En ese momento sentí una inmensa curiosidad y me adentré más en el bosque. Me percaté de que en ese bosque no había ni un animal o algún insecto, lo cual me pareció raro; pero no me deje intimidar, hasta que me acerqué y pude observar que el pozo no tenia ningún instrumento para extraer agua; por lo que supuse que tenía mucho tiempo sin uso. 

Me acerqué para observarlo más de cerca y al mirar en el interior de él y pude alcanzar a ver una especie de criatura alada que aprecia estar alimentándose de alguna especie de animal; en ese momento me tropecé, pero logre sujetarme fuertemente del borde lo cual me hizo gritar. Me quedé horrorizado durante unos segundos; y de repente la criatura soltó un rugido infernal que me congeló la sangre. En ese momento corrí desesperadamente y por suerte encontré un escondite.

Logre ocultarme. Tapaba mi boca con las manos para que no se escuchara mi agitada y desesperada respiración. En ese momento escuche el despliegue de sus alas y miré lo que se encontraba allí. Por suerte la criatura no me vio y se fue volando en dirección al espacio y pude observarlo hasta que lo perdí de vista.

Horrorizado me dirigí hacia el hotel, esperando que esa criatura no volviera y así fue. ¡Jamás he podido ver nuevamente a esa criatura tan aterradora...!

Esa criatura tenía la forma de un demonio con la piel completamente roja y con unos cuernos largos y curvados.  Para mi  suerte esa criatura no me vio.  

Redactado por: David Flores